La agrpación desde el año pasado aprovecha este hecho para celebrar una comida de hermandad. Antes, muy de mañana, un bar cercano a Jesús Divino Obrero sirve el apresurado desayuno de la banda antes de partir en ordinario hacia el punto de salida.
La procesión tiene su punto culminante en el encuentro entre la Soledad y el Resucitado. Tras éste, se celebra una misa en la Catedral que permite un segundo descanso que tras tantas marchas y procesiones sin duda se agradece.
Una vez continúa la procesión, ya con el rostro descubierto porque Cristo ha Resucitado, las fuerzas comienzan a escasear pero las marchas se siguen sucediendo, tratando de llevar el paso del San Juan de regreso a su Iglesia de Jesús Divino Obrero.
Detrás de la Diputación, junto al parque del Cid suena la marcha Orando al Cielo:
En la calle Puerta Sol, a punto de entrar en este barrio leonés de El Egido, Redención, Pasión y Amargura:
Pocas marchas más tarde se acabaría la Semana Santa 2009. No había hecho más que comenzar el sueño de la Semana Santa de 2010. Allí estaremos tras un paso.
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